Hong-Kong Sábado 11 de Julio, 2009

 

Antes que nada, debo decir que el viaje rumbo a Hong-Kong fue muy pesado. Sobre todo para mis pobres nachas.  Aunque lo bueno fue que nos trataron como reyes… Yuli y yo nos la pasamos trague y trague cuanta porquería nos ofrecían los de Cathay Pacific.  Jugos, té inglés o ‘nolmal’ o sea chainís style, cacahuates, galletas, sopas nissin (aunque faltó su salsita valentina jajaja) y yo me entretuve un buen rato viendo películas asiáticas que jamás habría pensado que existían.  También viendo videos raros, y durmiendo otro poco. 

Nos sirvieron comida y cena; la comida era cerdo con papas –muy rico por cierto- y una ensalada bien rica (y kawaii!!) que nunca pude definir qué cosa era. Lo único que distinguí fue un sabor a camarón con algo dulce y a la vez salado, y un tomatito miniatura como si fuera un pastel con una cerecita encima. Pan, mantequilla, más té inglés o té de jazmín, galletas… y de nuevo en el intervalo entre la comida y la cena, otra sarta de porquerías que nunca rechazamos jajajaja!! Celso estaba ronque y ronque (aparte de que andaba medio peleado con Yuli y casi no hablaban entre ellos) pero Yuli y yo estábamos emocionadísimas.  Sobre todo yo, creo…  Aunque como siempre, a cada rato me ponía a preguntarme qué estaría pasando allá en méxico, y que ojalá los rucos y amancio estuvieran ahí.  Igual en qué diría Jairo, y Dany que me pidió sopa de murciélago jajaja!! Ojalá la vendieran como sopa nissin.

2010

 

25 años.  No me había caído el veinte. 25 años.  Un cuarto de siglo.  Estoy vieja.  Un cuarto de siglo.  Soltera, virgen, sola, sin título pero como buena loser con carrera acabada y dizque comenzando la tesis desde hace casi un año, deseando haber tenido más valor para hacer un chingo de cosas, para haber estudiado arte en el df, para morir de hambre haciendo lo que quiero, por pintar hasta que me sangraran los dedos, comprobar si en verdad el pincel puede enraizar en las manos y llorar pintura roja por los ojos como una de ésas vírgenes católicas. 

Un cuarto de siglo.  Un cuarto de siglo y nunca nadie se ha enamorado de mi.  De todas las veces que me he enamorado yo, o que he creído enamorarme, o lo que sea -ya ni estoy segura- nunca, nadie, no-one, loved me back.  Digo, no es que espere a un tipo guapísimo, con 6 pulgadas de vergogna (dijera Amancio que me asombran tantas pulgadas), en realidad esas cosas no me interesan.  Si me interesara eso me habría acostado con aquellos pendejos de campeche que hasta se paseaban en pelotas en la casa.  Aunque suene a mentira, sólo quisiera a un wey amable, con un cerebro interesante y buena plática, y es todo.  Sólo que los buenos cerebros están escasos.  Los tipos amables se han de haber extinguido durante la inundación, y los de buena plática debe estar dando conferencias en cualquier lugar del mundo donde no esté yo.

Si, ya sé, no soy la chava más bonita del mundo.  En realidad no soy nada bonita.  En realidad no tengo gracia. Bueno, coño, aceptémoslo; en realidad soy bastante horrenda. Tampoco tengo la plática más agradable del mundo.  De hecho no tengo plática de nada. Ni soy rica.  Ni soy la más inteligente. En realidad no tengo nada interesante.  Coño.  My life’s depressing, huh?   Si, lo sé.  Patético.

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Me acuerdo de aquella vez del iPod…  Sólo podía ver su boca diciendo: El iPod… (y yo: Qué?? sintiendo que el mundo desaparecía, lo que siempre esperé que dijera, tantas cosas pasando por mi mente, qué hacer, qué decir, llorar, reír…!!!)  el iPod… (veía cómo movía la boca en silencio. CALMATE GABY, debes estar entendiendo mal, mi cerebro me engaña, la vida me juega una mala pasada…) el iPod… (poniendo las dos manos a los lados de la boca. DIOS, DIOS, no no no calmada, tranquila!!!)  EL IPOD, COÑO….!!!! gritó, harto de que no entendiera cuando sólo movía la boca.   Ay Gaby, Gaby, coño. –pensaste-.  Eres una pendeja.  Fue ahí cuando al fin entendiste que estabas bien pinche jodida.  Fue ahí cuando entendiste que todo estaba perdido.

Ahora mismo, quisiera decir que me gustaría conocer a alguien.  En realidad no me interesa...  Eso es lo peor.  Si tan sólo pudiera love me back…  Tranquila Gaby, aún te quedan trescientos treinta… trescientos quién sabe cuántos días… en 25 años nunca pasó nada pero la esperanza morirá mucho después de que te coman los gusanos…

Qué será de ti en 25 años? me gustaría poder saber… =(  sé que serás feliz.  Sé que tú si serás lo que siempre has soñado…

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Lo único bueno de cumplir 26 este año es que my time is running out. 

Lo único bueno es que para el 2035 ya nadie me recordará…

 

- Antes de continuar con mi narración -

 

 

Que si era fea.  Le preguntaron a Amancio que si yo era fea y dijo que si.  Qué esperabas Gabita? Bueno, no es que no lo supiera, o que pienso que soy hermosa (jajajaja!!! soppra tutto!!) pero es feo escuchar que alguien más te lo diga, aunque no sea la primera vez, aunque sé que todo mundo, cualquiera en su sano juicio y con los sentidos intactos opina igual.  Pero se siente culero escucharlo de él, casi casi diciendo: ‘eres un monstruo horrendo y desagradable’ (a eso sonó, la neta…) sobre todo cuando su opinión me importa tanto.  Mierda, en qué momento dejé que me importara tanto?? 

Debí haber huido cuando pude de todo este desmadre.  Debí haber huido de él cuando estaba a tiempo de salvarme de este desastre.  Quisiera pensar que mi vida habría sido diferente. Aunque lo más probable es que sería diferente, pero no para bien.  O quizás no… ??  Bah, ya qué importa ahora.

Necesito hacer algo con mi vida pronto… Ya no aguanto estar aquí, sin hacer nada por mi otra carrera.  Bueno, empezando por partes, necesito antes que nada un maldito trabajo.  Así poco a poco podré salir de deudas y comprar mis materiales para seguir pintando.

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Ya pasó bastante tiempo desde la última vez que escribí sobre mi viaje a Thailand.  Supongo que no importa tanto, pues nadie me lee jajajjaja!! Pero esto es un ‘diario’ o whatever, creo.  Se suponía que lo haría de corrido, para no olvidar las cosas que fueron pasando… Aunque en realidad todo pasó tan  rápido que no supe ni cuando volví a caer aquí, en México.  De nuevo.

La vida en Tailandia era buena.  No sé qué habrán sentido Yuli y Celso (los otros chavos que fueron a Thai conmigo) pero para mí cada nueva cosa que me encontrara era genial.  En serio que disfruté cada momento.  Sobre todo, el hecho de poder dormir todas las noches… Cómo extraño eso! 

Pero bueno, ya luego continuaré mi narración desde donde me quedé.